Seguro que te ha pasado alguna vez de darte un zumbido fuerte en el oído, de esos que has tenido que inclinar la cabeza por el dolor o te has quedado sordo por ello, como si algo te lo taponara cuando sabes que eso no puede ser. Son ruidos bastante molestos y que no gustan nada porque algunas veces llegan a durar mucho en el tiempo.
Solucionarlo muchas veces es metiendo el dedo para «destaponarlo», algo que normalmente suele funcionar, o tapar el oído para que el zumbido se vaya de una vez, aunque tarde unos segundos en hacerlo. Esos trucos están bien pero, cuando los zumbidos son constantes y te hacen tener que preocuparte por cuándo y dónde te va a dar es hora de tomar cartas en el asunto.
Para ello una forma sencilla de eliminarlos, al menos para que no te den tantas veces y puedas olvidarte de ellos, es lo siguiente: Has de exprimir el jugo de una cebolla y aplicar un par de gotas en el oído. Aunque pienses que va a ser malo ya te digo que no es así, el jugo de la cebolla te ayudará a limpiar el conducto auditivo y podrás librarte de esos problemas en poco tiempo.
Conviene darle un tiempo de acción, es decir, no va a ser usarlo y ya estarás cuidado, con el paso del tiempo los zumbidos se irán (salvo que hagas algo para provocarlos). Después este remedio puedes aplicarlo, cada semana o cada dos o tres semanas si ves que quitándolo por completo te hace volver a tener zumbidos.
Si aún así persisten quizás sí que tengas que ir al médico porque puede ser algo más serio (un tapón de cera u otros males que pueden curarse en poco tiempo).