Seguro que este truco te gustaría hacerlo y es que parece de verdad un truco de magia cuando, en realidad, no es más que un poco de lógica donde las haya.
Se trata de hacer unas bolas incendiarias que puedes manipular con tus manos de tal forma que puedes moverte con ellas sin quemarte (hasta cierto punto). Son rápidas de hacer pero ten cuidado porque el fuego en realidad si que quema.