Combinar varios tipos de luz, apostar por la luz natural y optar por bombillas de bajo consumo son algunas de la claves
El tamaño, la decoración, la orientación o incluso el vecindario son algunos factores que determinan cómo es una casa. Pero sin duda, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta a pesar de que a veces no se le presta la atención que merece es la iluminación. Contar con unos espacios diáfanos, correctamente iluminados y optimizados para no gastar demasiada energía y electricidad es un punto clave a la hora de escoger, rehabilitar o preparar una vivienda. Cuando se trata de luz, cuanta más y más natural sea, mejor.
Si bien estos factores son siempre decisivos, en estos momentos de pandemia y confinamiento total o parcial lo son todavía más. Y es que en esta época pasamos un gran número de horas en casa, ya sea teletrabajando o simplemente descansando y cuidando del hogar. Numerosos estudios relacionan la comodidad e iluminación del hogar con la salud, ya que una mala iluminación puede afectar a nuestra vista y a nuestro estado de ánimo más de lo que pensamos. Pero ¿cómo conseguir un éxito en este sentido? Combinar la luz natural que llega desde el exterior con luz artifical de bombillas o lámparas de pie led, entre otras, es la clave.
Apostar por la luz natural y combinar con otros tipos de luz
Lo primero es aprovechar adecuadamente la luz que nos llega de fuera. Si la distribución de la casa aún no está definida, apostemos por colocar el salón o el dormitorio donde haya un buen ventanal por el que entre el sol. Si teletrabajamos, aprovechemos para hacerlo en la estancia en donde más luz entre por la mañana y las primeras horas de la tarde. Ya tendremos la noche para estar en zonas peor iluminadas.
En lo que a luz artificial se refiere, podemos combinar varios tipos dentro de una misma habitación, para conseguir el efecto que queramos. Si mezclamos varias luces cálidas con alguna fría logramos un efecto acogedor pero sin ser demasiado íntimo o en penumbra. Tener una lámpara de pie también será un punto a favor en este sentido, ya que podremos apoyarnos en ella para crear determinados ambientes. Por ejemplo, apagando las luces del techo y dejando solo esa para ver una película o leer.
No escatimes en la luz del baño y la cocina
Tradicionalmente la luz de la cocina y el baño siempre ha sido más fría que la del resto de la casa, ya que son lugares de paso en los que no vamos ni a dormir ni a relajarnos. Es por eso que se apuesta por luces de tubos fluorescentes, que resultan realmente eficaces. Una vez más podemos jugar con la iluminación y añadir puntos de luz en zonas concretas como el espejo del baño o algún mueble de la cocina si es necesario. En estas estancias es mejor apostar por las luces del techo, ya que no ocupan espacio ni dejan cables sueltos.
Usa lámparas de bajo consumo
Con este tipo de lámparas estarás haciendo un favor al medioambiente y a tu bolsillo, ya que se ahorra un gran porcentaje de energía. Es importante colocarlas con una cierta lógica, en aquellas estancias en las que solemos tener la luz encendida durante un buen rato: la cocina, el salón, los dormitoros… No es recomendable para zonas como el cuarto de baño, donde la luz solo se activa de forma puntual.
Usa luces cálidas para los dormitorios
Sobra decirlo pero debemos tener en cuenta si nuestra bombilla es de luz cálida o fría. Si colocamos una luz demasiado blanca o fría en nuestra habitación corremos el riesgo de sentirnos en un hospital o en un supermercado. La consecuencia más clara será que no descansaremos adecuadamente y se nos cansará la vista.
Cuidado con el tamaño y forma de las lámparas
Como ocurre con cualquier mueble, este no existe separado de su alredor, de sus circunstancias. Debemos tener en cuenta dónde vamos a colocar la lámpara para que no sea ni demasiado grande, y llame demasiado la atención; ni demasiado pequeña, y no cumpla su función.
Teniendo esto en cuenta, en lugares como el salón podemos optar por lámparas de pie, en el comedor podemos colocar lámparas de techo sobre la mesa, y en el dormitorio podemos colocar un par de lamparitas en las mesillas de noche, lo que nos dará un plus de calidez y creará un ambiente íntimo para leer sin una luz agresiva.
Coloca iluminación en puntos clave para mayor seguridad
Tener un par de puntos de luz en las escaleras para no resbalar si las usamos de noche o unos cuantos led en la parte exterior de la casa pueden salvarnos de algún susto. En definitiva, debemos usar la luz como una aliada que nos haga la vida más cómoda y funcional.