Ya sea porque estás manteniendo una dieta, o porque en realidad no quieres comer entre horas cuando has tenido una comida decente y no sientes hambre, puede convertirse en toda una odisea porque la mayoría de las veces no se come solo por comer, porque se tenga hambre sino más bien por aburrimiento, por hacer algo mientras se ve la tele o se juega a los videojuegos, o se habla.
Pero ahora bien, picar entre horas equivale a estar dándole alimento al cuerpo que no necesita y eso hace que engordes (de ahí que lo de picar sea tan malo). ¿Qué hacer entonces? Pues aquí te doy algunos consejos:
El primero es que mantengas tu mente ocupada en otra cosa que no sea comida. Cuanto más pienses en comida más ganas tendrás de picar algo y eso hará que al final vayas a buscar algo. Procura pensar en otra cosa, o no pienses, relájate viendo una película o jugando a un videojuego pensando que, si comes, podrías perder la partida o algo importante de la película.
Otro consejo es el de esconder la comida. No hay nada como los ojos para traicionar tu voluntad pero si los ojos no ven comida, aún cuando sepas que hay, no tendrás problemas para resistirte porque en realidad tu mente no llega a decidir si ir a buscar esa comida o no (normalmente gana el no salvo que estés de un humor que te haga necesitar comer para aliviarte).
Si tienes que picar, procura que sean trozos muy, muy pequeños. El cuerpo y la mente se cansa pronto de lo que estés haciendo así que conseguirás comer menos si comes despacio y poca cantidad.
No te saltes ninguna de las cinco comidas. A veces el picar se vuelve un vicio porque se pasan muchas horas sin comer, por ejemplo, del desayuno al almuerzo. Pero si entre medias tomamos una pieza de fruta (no te digo galletas o dulces) tolerarás mejor las horas sin comida.
