Los meses de invierno son sinónimo de contagios como los resfriados, las gripes y la dichosa tos. Es raro la persona que no presenta algunos de estos síntomas durante estos meses. Hay que prestar especial atención a la tos, por lo que cuesta recuperarse de ella. Existen numerosos remedios caseros y naturales igual de efectivos que los productos farmacéuticos y que te pueden ayudar a terminar con la dichosa tos.
Miel
La miel es un excelente remedio casero contra la tos y la garganta irritada. Puedes tomar una cucharada de miel o mezclar un poco de la misma con zumo de limón y aceite de coco.
Vapor
Otro remedio natural igual de eficiente, es abrir el agua caliente en el baño y cerrar todas las ventanas. Se formará un vapor que es perfecto para suavizar las vías respiratorias y mejorando la congestión nasal y las flemas de tu garganta.
Infusión de tomillo
El tomillo es una planta aromática perfecta para calmar la irritación de la garganta y las infecciones respiratorias. Deja infusionar dos cucharadas de tomillo en un vaso de agua hirviendo durante 10 minutos. Cuela todo y añade una cucharada de miel y un poco de zumo de limón.

Jengibre
El jengibre es un alimento conocido por sus grandes propiedades medicinales. Destaca por ser perfecto para descongestionar aliviar la irritación. Añade unas rodajas de jengibre a una olla hirviendo. Deja la infusión durante unos 20 minutos. Cuela todo y añade una cucharada de miel y medio limón exprimido.
Bebe mucho líquido
Este es un remedio casero muy popular y consiste en beber muchos líquidos para poder aliviar la tos. Puede ser cualquiera de las infusiones aquí citadas o simplemente agua. Estos líquidos ayudan a terminar con la mocosidad y mantienen las membranas húmedas, reduciendo considerablemente la tos.