Con la economía como está actualmente, tenemos más que claro que cualquier euro que se pueda ahorrar es una gran noticia. Particularmente, en el caso de las gaseosas, nos encontramos con que de por sí tienes costos bastante elevados en el mercado, y por eso el que pierdan el gas es una verdadera picardía. A continuación, algunos consejos sencillos como para que siempre se mantenga en su estado original.
Lo primero, claro, es ser cuidadoso antes de cerrarla, quitándole el aire. Lo que tienes que hacer, cuando sirvas y sepas que no la vuelves a usar por algunas horas, es apretar la botella hasta que el líquido llegue al pico, quitándole todo el aire. Luego de eso, te aseguras de taparla bien, no vaya a ser que se termine volcando sin querer.
Si no quieres hacer eso porque te parece poco estético, otra muy buena alternativa que no podemos dejar de recomendarte tiene que ver directamente con poner la botella de cabeza. En efecto, guardarla con el pico mirando hacia abajo hace que pierda menos gas, aunque también en este caso tienes que tomarte la molestia de estar seguro que ha cerrado tal y como pretendías.
Aunque muchas personas no lo tienen en cuenta, y más allá de una cuestión de sabor, es esencial que la botella de gaseosa se mantenga fría para no perder gas. El caso es que debe estar bien refrigerada para que sus burbujas se mantengan en perfecto estado. Por eso, si te quedas de sobremesa con frecuencia, cuando levantes los platos pon también las gaseosas en la heladera, y luego ya te relajas.
La etiqueta, como le miramos a los lácteos en general y a muchas de las comidas que consumimos, también es importante para que posea más gas. Cuanto más tiempo falte para que se venza la gaseosa, en efecto, mayor será el gas que tenga en su interior.