Hay ocasiones en las que nos gustaría poder pintar una habitación o bien darle un toque diferente pero sabemos que, en invierno, es casi imposible abrir las ventanas mucho tiempo porque se va el calor de la habitación y podemos pasar frio.
Hay ocasiones en las que las habitaciones no tienen ventanas y pensamos que no podremos conseguir que se vaya el olor a pintura fresca hasta pasados unos días.
Pero esos problemas se han acabado. Tenemos un truco para conseguir quitar el olor de pintura mucho más rápidamente y así poder utilizar de nuevo la habitación.
Lo único que necesitamos es un caldero con agua fresca y unas rodajas de cebolla que echaremos en el agua.
De esta forma el olor de la pintura se absorverá por ese agua y así podremos usar la habitación.
Ese caldero ha de estar en el centro de la habitación un día entero para que funcione.