Numerosas estadísticas nos advierten que el hogar es uno de los lugares donde más accidentes lamentables ocurren. Seguramente ya tomas las precauciones necesarias para hacer del tuyo un hogar seguro, pero no está de más atender las pequeñeces que te enumeramos a continuación:
Cuidado con los cuchillos: No guardes los instrumentos filosos en cajones abarrotados ni con los que tengas que forcejear para abrir. Usa el mejor de tus compartimentos para que descansen acostados y sueltos, sin posibilidad de que salten cuando lo abras.
Aceite y agua no se llevan: Recuerda que los alimentos que guardan humedad reaccionan con el aceite, así que procura quitar todo excedente antes de freírlos. Si se les prende fuego y no tienes un extinguidor a la mano, usa bicarbonato de sodio para apagarlo.
Evita las caídas: Antes de estrenar zapatos, raspa las suelas que sean demasiado lisas con una navaja o piedra.
En el cuarto de baño: Coloca todos los tapetes antiderrapantes que puedas. No manipules ningún aparato electrónico mientras estás mojado o descalzo.
¿Explosivos en casa?: Hay algunos productos de limpieza cuyos componentes podrían explotar si se caen. Mejor guarda todos los químicos a en estantes a ras de suelo, pero no te olvides de dejarlos protegidos de niños y mascotas.
