Hay personas, como me ocurre a mí, que no nos gusta maquillarnos, no por el hecho de tener que pasar unos minutos delante del espejo para elegir el tono que más nos conviene para la cita que tenemos, sino porque no estamos acostumbradas o bien no nos gusta.
El caso es que, siempre que me maquillo, acabo tocando el maquillaje a los pocos minutos (los ojos, el colorete, etc.), quizás porque me pica o soy alérgica a algún componente.
Así que para maquillarnos, o al menos tener una piel diferente de la normal, se puede usar una crema maquilladora. Estas cremas lo que hacen es dar una tonalidad a toda tu piel de forma homogénea (tendrás el mismo color en todo tu rostro) pudiendo ser de diversos colores.
Pero ahí no queda la cosa porque si quieres potenciar una zona más que otra, por ejemplo los pómulos, basta con que eches un poco más de crema para que oscurezca un poco más o uses otra tonalidad de esa crema.
Estas cremas puedes encontrarlas en centros de belleza y en algunas peluquerías y allí mismo pueden informarte sobre su funcionamiento y sobre la eliminación de la misma.
