Supongo que quienes han comprado algún mueble hecho a mano, por carpinteros, sabrán que el mueble los primeros días, incluso semanas, suele oler bastante al barniz que se utiliza (creedme, lo digo por experiencia viviendo en una familia de carpinteros).
Así que el olor a veces lo que hace es darte más dolores de cabeza y además hacer que la ropa y todo lo que pongas en el mueble se impregne de ese olor.
Por eso os quiero dar una solución para que no os pase. Lo único que tenéis que hacer es poner una taza de sal fina (llena entera) cerca del mueble recién barnizado. La sal hará que el olor sea absorbido y así nos olvidaremos del mismo.
Además, también podemos usar otra cosa, medio litro de agua fria con dos cucharadas de amoniaco, pero eso es más cuando es una habitación completa la que tenemos de muebles nuevos.
