Bueno, en principio seguramente pensarás que conseguir unos labios suaves y brillantes pueden conseguirse con un buen maquillaje pero yo no soy de las que suele maquillarse a menudo (prefiero la naturalidad) así que tengo un truco para tener siempre los labios apetecibles, un truco muy dulce.
Lo único que hay que hacer es, por las noches, antes de acostarnos, pasarnos por los labios un poco de miel y dejarla ahí hasta la mañana siguiente. Claro está, suele ser difícil de mantener cuando te mueves mucho por la noche y posiblemente en más de una ocasión tengas que lavar la funda de la almohada, pero el resultado es sorprendente.
En este caso podríamos decir que la miel actúa como el cacao pero le da más brillo y suavidad que el propio cacao.
