No hay nada más delicioso que la manzana fresca. Desafortunadamente, la tersura de este fruto, una vez cortado, se pierde al poco tiempo, y la manzana rebanada adquiere un feo color marrón que la vuelve poco apetitosa (aunque su sabor no cambia).
¿Cómo evitar que la manzana se oxide?
Existe un remedio para evitar el marrón, y es realmente muy sencillo: hay que cortarla bajo el agua.
Al cortar la manzana debajo del agua, las enzimas del fruto no entran en contacto con el oxígeno y no efectúan la reacción química culpable del color café en la carne del fruto. Una vez que has cortado la manzana, hay que mantenerla sumergida.
Curiosamente, el color de la manzana se debe a la misma sustancia que nos da el bronceado: la melanina, resultado del contacto entre el oxígeno ambiental y los polifenoles de la manzana.
Otra forma de evitar esta reacción es mojar la manzana con una solución de 3 a 1 de agua y jugo de limón.
Fuente | Wikihow