Es posible que, si vas de viaje a una zona alta (tipo sierra) llegue un momento en el que se te taponen los oídos y es difícil destaponarlos, al menos hasta que no bajas de nuevo, con lo que la cabeza se te queda rara y te sientes mal, como si tuvieras un peso en ella.
En mi caso me suele ocurrir cuando subo a Sierra Nevada, que llega un momento en el que se taponan y, si no eres rápido, ya los tienes taponados todo el día hasta que bajas (e incluso a veces se mantiene más).
Por eso, para aquellos que tienen el mismo problema, os recomendamos masticar algo, tanto cuando subes, como cuando estás allí. El masticar hace que la mandíbula mueva ciertas partes de los oídos lo que nos ayuda a que éstos se vayan adaptando progresivamente a la presión nueva que estamos sufriendo. Puedes masticar chicles, fruta, etc., el caso es masticar algo para evitar que los oídos se taponen.