A veces nos podemos encontrar con que nuestros zapatos, aquellos que acabamos de comprar, o bien unos que teníamos y no usamos mucho, resbalan, y, claro, no es cuestión de ir por ahí resbalando porque, en cualquier momento, podemos estamparnos contra el suelo.
Por eso en esta ocasión os dejamos un truco que espero os venga bien, aunque en realidad son dos.
Para las suelas de esos zapatos resbaladizos podemos utilizar, o bien una patata, o bien un papel de lija, lo que queramos y tengamos a mano más fácilmente.
Ahora lo único que hay que hacer es frotar la patata o la lija en la suela haciendo que se desgaste un poco. De este modo debería dejar de resbalar aunque siempre puede fallar pero seguro que iréis con paso más firme.
