Hay veces en las que tenemos que mover los muebles de sitio para hacer redecoraciones, para pintar o simplemente porque queremos ponerlo en otro sitio.
En esas ocasiones, cuando el mueble es pesado, siempre te acuerdas de recordarte que no habrá una próxima vez, más aún si al final acabas rayando el suelo o se rompe algo.
Por eso, para que te sea más fácil, aquí te vienen varias soluciones: mueve el mueble con una manta vieja. Si logras colocar parte del mueble en la manta sólo tienes que tirar de ella y suele ser más fácil porque se desliza.
Otra solución suele ser usar cortezas de jamón o láminas de patata pero tienen un problema, dejan sucio el suelo con lo que al final tendrías dos trabajos, mover el mueble y fregar a conciencia el suelo por donde ha pasado.