Seguro que muchas veces, cuando se ha acabado lo que contenía un bote de cristal, cuando has ido a tirarlo lo has pensado mejor y al final lo has dejado para lavarlo y quitarle la etiqueta y olor de lo que pudiera contener con el fin de usarlo para otras cosas.
Eso es reciclar y en casi todas las casas se suele hacer, en unas más que en otras. El caso es que hay ocasiones en las que, la etiqueta, suele resistirse muchísimo y eso hace que tengamos que raspar varias veces, incluso que usar cuchillos, siendo difícil quitarla entera, lo cual nos lleva a no querer los botes por eso mismo, porque nos dan más trabajo.
Pero, ¿y si te diera un remedio para conseguir quitarlo? Es una forma muy rápida de hacerlo y fácil. Lo único que has de hacer es pasar cinco o seis veces por encima de la etiqueta la llama de un mechero. Esto hará que se queme y reblandezca pero si después lo metes en agua caliente la etiqueta adhesiva saldrá fácilmente y sin problemas.
Seguro que, de esta forma, no te va a dar ningún problema nada. Después solo tienes que darle con un estropajo. Por norma general no pasará nada con el cristal porque aunque se ahúme (como los cristales que usas para ver los eclipses de sol), saldrá dándole con una esponja o estropajo fácilmente.
A la hora de reutilizar los botes te recomiendo que los dejes abiertos y con agua unos días para que pierda el olor del producto original y así puedas usarlo para otras cosas. Yo suelo echarle unas gotas de lejía o de lavavajillas para que se vaya el olor antes pero también solo con agua se puede limpiar.