Cuando se tienen niños, o bien cuando somos muy torpes y hacemos algo que no debemos, es normal que tengamos accidentes en los muebles que nos hacen echarnos las manos a la cabeza para intentar solucionar el problema que se nos presenta.
Si, por ejemplo, te encuentras con que has tenido un accidente con el chocolate y un mueble de madera, si el chocolate ha calado el barniz, la mancha se quedará, pero si la flotas con un paño humedecido en agua caliente y amoniaco podrás paliar un poco esa mancha.
Ten en cuenta que el amoniaco puede comerse parte del barniz y dejar una mancha en el mueble por lo que no uses mucho. Además, si la mancha no desaparece también puedes frotarla con un trapo empapado en gasolina (aunque el olor es fuerte).
Finalmente puedes darle con un reparador de muebles del mismo color del mueble para que no se distinga nada.