En verano, sobre todo a finales cuando ya no hace tanto calor, muchos son los que deciden ponerse a pintar las casas para que estén limpias y se vean como nuevas para el año que queda de trabajo. Es una forma también de darle un lavado de cara a la casa y, para muchos, también algo que los divierte.
Uno de los lugares que más complicaciones nos suele dar son los marcos de las ventanas pues, si no quitamos los cristales, suelen mancharse bastante, y la pintura después nos cuesta sacarla.
Para evitarlo aquí te proponemos un truco fácil de hacer. Lo único que tienes que hacer es frotar la parte del cristal que está pegada al marco con una cebolla partida por la mitad; si cae algo de pintura podrás quitarla sin problemas de que se haya pegado.