Seguro que tienes alguna habitación que ya no usas y la mantienes cerrada para que no coja polvo ni tampoco se deformen los marcos de la puerta o la puerta misma. Sin embargo, habrás notado que, al estar cerrada, la habitación, al abrirse, huele a humedad, un olor que llama mucho la atención.
Para evitar ese olor, o al menos reducirlo lo más posible, puedes colocar en una de las esquinas de la habitación un kilo de sal gorda en un plato hondo. La sal absorberá la humedad y hará que no huela tanto la habitación (o incluso eliminará el olor por completo).