Hay un pequeño truco que se usa de vez en cuando si no se consigue que la gelatina se endurezca mucho, como si le faltara algo más. Eso es porque necesita una ayuda de más y, para ello, se usa el vinagre.
Si cuando estás con el cazo de agua caliente y la gelatina le echas un par de gotas de vinagre, no más, al cazo conseguirás que la gelatina se ponga más dura y así lograrás un mejor resultado.
El sabor no se ve afectado por un par de gotas y sin embargo lo que obtienes si difiere mucho entre usar y no usar el vinagre. Pero ya sabes, solo un par de gotas, no te pases con él.
