A los niños, cuando se les enseña desde pequeños, también les puede gustar la cocina. El problema en ella es que pueden salir heridos ya que no pueden, o no deben, usar el horno, el microondas o la vitro. Por eso para ellos preparar algo de comer suele ser difícil y se aburren o se cansan porque ellos sólo pueden hacer cosas sencillas pero siempre han de pedir ayuda de otros para terminarlo.
Pero también podemos hacer que sea diferente haciendo una receta que sólo ellos tengan que hacerla. Por ejemplo un pastel hecho por ellos mismos. Lo único que necesitas son: galletas o bizcochos, natillas, nata montada, leche y canela.
Lo primero es echar un poco de leche en un plato y añadirle un poco de canela para darle sabor. Ahora lo que hacemos es bañar las galletas o los bizcochos en esa leche y ponerlos en una fuente como si fuera una base. Echamos una capa de natillas y volvemos a echar una capa de galletas o bizcochos mojados. A continuación otra vez una capa de natillas y otra de galletas o bizcochos. Por último, con nata montada cubrimos toda la galleta por todos los lados y decoramos con sirope de chocolate, cerezas, etc.