Las zapatillas de deporte es uno de los calzados que más usamos por la comodidad que nos da y la rapidez en ponérnosla. Muchos en lugar de zapatos llevan zapatillas y también se usan para hacer ejercicio. Sin embargo, por ser de los calzados más usados también es de los que más se pueden ensuciar y eso, a la larga, significa tener que lavarlas.
Quizás no sepas cómo se lava una zapatilla o quizás pienses que con meterla en la lavadora está listo y hayas encontrado después en ella algo destrozadas las zapatillas (si encima son tus favoritas creo que te dará algo).
Una de las formas que puedes usar para lavar las zapatillas es usando un cepillo de dientes viejo (o un cepillo de los de cepillar los zapatos), agua caliente y jabón antigrasa. Has de limpiarlas de vez en cuando para que no se ensucien ni se vean tan mal y no hace falta con ello lavarlas en la lavadora. Si ves que huelen mucho (por la plantilla, los pies y demás) entonces si puedes ponerlas en un barreño con agua y un poco de detergente (aunque después deberás enjuagarlas.
Para secarlas no son buenos los radiadores, ahora que estamos en época de radiadores porque el calor hace que la zapatilla se deforme. Lo mejor es llenar el interior de la zapatilla de papel de cocina o de periódico y dejarlas al aire para que en unas 12 horas se sequen sin ningún problema.
Así, ten en cuenta cuándo limpiarlas para que no te hagan falta y estén todavía mojadas vayas a coger un resfriado por culpa de eso. Los radiadores podrías usarlos también para secarlas pero nunca poniéndolas cerca sino donde le de calor pero no le irradie directo (o caliente las suelas).