Cómo organizar un mercadillo familiar

¿Tu casa está llena de cosas que ya no quieres, pero que alguien más podría darles buen uso? ¿Vas a cambiarte de casa, o necesitas dinero para cumplir algún sueño o capricho? Un mercadillo casero es ideal para matar dos pájaros de un tiro. Aquí tienes algunas ideas para poder llevarlo a cabo en las mejores condiciones:

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Escoge la mercancía: Lo principal es mantener la cabeza fría y dejar a un lado el apego excesivo por cosas que ya no te son necesarias ni útiles. En el caso de la ropa, si no lo has usado en más de un año o si ya no te queda bien es hora de que pase a otras manos. Electrodomésticos que nunca utilizas, o que ya no sirven pero podrían funcionar con un cambio de piezas, serán buenas mercancías.

Fija una fecha y entera a todo mundo: Tus vecinos probablemente serán tus mejores clientes, pero coloca carteles o manda correos electrónicos para que vaya más gente. Si coincide con un día feriado, mejor, pues no habrá muchas opciones de entretenimiento.

Clasifica la mercancía: etiquétala claramente con el precio, agrupa objetos relacionados, busca un acomodo atractivo a través de los colores. Si no está muy clara la función o el valor del objeto, puedes poner letreros con mensajes llamativos o explicativos.

Ten todo preparado: Monedas suficientes para el cambio, conectores a la corriente eléctrica para que los clientes prueben la mercancía, bolsas para llevar, etcétera.

Hazlo divertido: Regatea, bromea, organiza rebajas súbitas para que los clientes se animen a comprar, y sobre todo, para que lo pasen bien mientras liberan la casa de lo que sobra y se ganen un dinerillo extra.

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