Una de las cosas que hay que hacer sin falta al irnos de vacaciones es preparar la maleta. Y aunque puede parecer una cosa sencilla, llegar a tu destino y descubrir que lo tienes todo es un objetivo que puede ser complicado de conseguir.
Para hacer la maleta de manera eficaz, hay algo que no debe faltar nunca: previsión. Por mucho que trabajes hasta el día anterior a tu viaje, es fundamental que tengas las cosas organizadas desde antes. Al menos, varios días antes. Y es que vale, la aventura es maravillosa, pero salir de vacaciones con las quince primeras cosas que te has encontrado en el armario puede ser un tanto complicado.
Prepara una lista unos días antes con todo lo que vas a necesitar, y asegúrate de tenerlo todo limpio y planchado. Conforme lo vayas teniendo, ve metiéndolo en la maleta y tachando de tu lista. No olvides cosas como una chaqueta por si refresca, un paraguas plegable y el botiquín, con las medicinas de primera necesidad que sueles utilizar.
Por otro lado, hay algunos objetos susceptibles de olvidarse, así que asegúrate de que los llevas:
- cepillo de dientes
- zapatillas para levantarte de la cama
- secador, por si no hay en el hotel
- cargador del móvil
- plancha de viaje: si tienes, y te cabe, es un accesorio de lo más recomendable.
Cuando lo tengas todo listo, repásalo de nuevo por si acaso, y cierra la maleta. ¡Por fin! Trabajo terminado. Por cierto, si al final te das cuenta de que te has dejado algo, siempre puedes recurrir al equipaje de mano, si ya tienes perfectamente cerrada la maleta. Además, deja un bolsillo lateral vacío, porque hay cosas que no podrás guardar hasta el mismo momento de marcharte, como el cargador del teléfono.
Y ahora sí, ¡a disfrutar de las vacaciones!
Foto de Alli me voy