Hoy os vamos a explicar una técnica para que el pulpo cocido os quede mucho más tierno que si no lo hicieras aunque todo depende de si el pulpo está fresco o no.
Lo que has de hacer es poner la olla caliente y, cuando empiece a hervir el agua, tendrás que «asustar» al pulpo. Si, si, como lees; cuando oí ese término me reí pero la verdad es que funciona.
Eso de asustar simplemente es meter y sacar al pulpo unas 3 veces al menos del agua hirviendo antes de dejarlo definitivamente para que se cueza.
Así seguro que consigues que salga blando.