Considerando la moda que existe actualmente entre los jóvenes de distintas partes de España por incorporarse a lo que muchos llaman el mundo anime, es decir, de los dibujos animados de Japón, es que nos encontramos ante la necesidad de enseñar de qué forma se puede decorar la habitación de nuestros pequeños de la misma manera en la que lo haríamos si fuéramos asiáticos.
Lo primero que debemos tener en cuenta, en estos casos, es que la decoración japonesa posee algunos preceptos que deben ser considerados básicos. El primero de ellos es que se trata de un sitio que debe invitar especialmente a la concentración y el descanso, así que nada de televisión ni aparatos tecnológicos. Además, conviene que apuestes siempre por los objetos minimalistas.
No sólo para la decoración japonesa, sino para cualquier intento de vestir nuestra casa de otra forma, el primer paso es quitar todos los muebles que no sean de utilidad en el dormitorio. A partir de allí, lo primordial es que el estilo japonés está basado en la limpieza y la sencillez. Las pantallas de papel son un símbolo distintivos de estas habitaciones, y debemos comenzar por comprar o hacer algunas con arroz o bambú, que son muy económicas.
Una buena forma de presentar un dormitorio japonés es, además, utilizar una pantalla para marcar la vía de entrada al mismo. Ya en cuanto a los muebles internos, para que hagan juego, podemos mencionar por ejemplo que deberían ser lo más bajos posible, para contribuir a esta armonía que se busca, además de que deben ocupar poco espacio. Por ejemplo, un futón que se hace colchón es mejor que un sommier, claro está.
Finalmente, a la hora de decoración siempre se tienen que tener en cuenta los colores, y en particular es hora de apostar por el negro, compartiendo espacio con algunos neutros o cremas. Recuerda que este estilo se basa en la armonía de las diferencias, por lo que todas las tonalidades deben estar en equilibrio.
