Todos los seres humanos tenemos costumbres que para otros pueden resultar desagradables, pero pocas de ellas se repiten tanto en muchas personas, como el hecho de comerse las uñas, lo que no sólo es poco agradable para quien se encuentra con nosotros, sino que además puede terminar siendo perjudicial para la salud de nuestros organismos.
De hecho, entre las problemáticas que pueden surgir a partir del comerse las uñas, se encuentran algunas como por ejemplo las heridas, además de la deformación de las propias uñas en su crecimiento posterior, y claro, la humillación de estar con este tic constantemente. Por eso queremos enseñarte algunos sencillos trucos y consejos que te permitirán dejar de lado esta problemática para estar más tranquilo.
Por ejemplo, los especialistas se encargan de recomendar siempre, para dejar de comernos las uñas, el llevar una manicura meticulosa, es decir, llevar las manos muy cuidadas. Lo normal en estos casos es que las uñas estén completamente cortas, y si están cortas es más probable que nos comamos los dedos que las uñas, así que dejaremos de tocarlas sólo para no hacernos daños.
Además, si la problemática que mencionamos se ha desarrollado en un niño, se recomienda entonces la utilización de productos repelentes por sabor, que suelen ser efectivos en la mayoría de los casos. Incluso, puedes complementar su función utilizando al mismo tiempo un quita-esmalte, con el que podrás quitar estos productos.
También los chicles o caramelos sin azúcar son una buena solución en este sentido, o llevar guantes de látex o tiritas que mantengan las manos ocupadas. Incluso, muchos optan últimamente por llevar uñas postizas, de las que si muerdes, se salen directamente. Igual, si quieres ir de a poco, conviene que primero no te muerdas una mano, y luego comiences a restar progresivamente dedos de la otra hasta dejarlos de lado por completo.