En la casa tenemos cosas que sabemos que hay que reponer de vez en cuando, y algunas otras que si lo pensamos, siempre han estado allí. Por este motivo, dentro del segundo grupo queremos mencionar especialmente las toallas, y traerte algunas buenas recomendaciones que consideramos pueden serte muy útiles a la hora de intentar lograr que mantengan la suavidad del momento en el que las compraste.
Comenzando entonces con los consejos y trucos al respecto, lo primero que vamos a recomendarte es que, tan pronto las adquieras, las laves sin utilizar detergente ni suavizante. Incluso, si lees con atención sus etiquetas verás que los fabricantes aconsejan no utilizar suavizante en los dos o tres primeros lavados para no perjudicar su calidad.
Si tienes la posibilidad, intenta que cuando haces el lavado de las toallas, solamente estés incluyendo estos elementos en la lavadora. De esa forma lograrás, utilizando sólo un poco de agua fría, jabón y suavizante, que todas ellas queden parejas. Recuerda no abusar de estos productos químicos porque apelmazan las fibras y las hacen mucho menos suaves.
Por otro lado, te recomendamos siempre que, en la medida de lo posible, evites utilizar suavizantes de ropa, porque como su nombre lo indica, contienen los elementos que han sido diseñados para las prendas de todos los días, y no para la toalla. Incluso, puedes usar otros productos que normalmente no tendrías en cuenta, como agua fría, vinagre blanco, limón o amoniaco perfumado.
Cuando laves toallas mediante la lavadora, también es importante que no sobrepases el peso de las prendas -como decíamos si son todas toallas mejor- para no forzar su funcionamiento. Además, antes de ello puedes dejarlas en la bañera por media hora con vinagre, de modo que las lavas luego con un poco de jabón, y verás cómo recuperan lo suave.