Cómo conservar el cepillo de barrer limpio

cepillo

Una de las cosas que menos me gusta cuando tengo que barrer es ver cómo el cepillo se ensucia en poco tiempo y luego, por más que una le quiera quitar todas las pelusas, siempre se queda con algunas y no llega a recoger todo lo que una querría, más de una vez se escapan las pelusas y acabas desesperada con el cepillo.

Si eres de las que, como yo, también te pasa, puedes probar este truco a ver si te sirve de algo. Se trata de algo muy sencillo. Solo has de llenar un cubo con agua y poner en ella al menos dos cucharadas de amoniaco. Una vez esté hecho no tienes más que meter el cepillo en ese agua y esperar al menos quince minutos para que haga efecto.

Una vez hecho has de remojarlo en agua fría y dejar que se seque antes de volverla a usar. Haciendo esto al menos una vez al mes conseguirás que el cepillo esté siempre en buen estado.Eso sí, si lo haces una vez al mes ha de estar al menos una hora en remojo para que el truco sirva.

Aparte, si ves que está sucio y no puedes quitarle las pelusas que tiene puedes probar a cepillarlo contra una columna o contra las rejas de un balcón, el frotamiento en esos lugares hace que las pelusas se suelten y puedes limpiarlo sin mucho problema (con lo cual le dices adiós al problema).

De todas formas, los cepillos de barrer, si se usan a diario, no suelen durar mucho y has de tenerlo en cuenta para limpiar. Cuando veas que las celdas están muy abiertas entonces irá siendo hora de cambiarlo y comprar otro. No hay mejores ni peores, el cepillo dependerá más del suelo donde lo uses.

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