La energía eléctrica forma parte de nuestras actividades cotidianas hasta tal punto que resulta difícil imaginarnos qué haríamos sin ella. Tan solo remitámonos a esos momentos en los que, a causa de alguna tormenta o un fallo en los transformadores, nos quedamos sin luz en casa. Quizá para los adultos sea más fácil de sobrellevar que para los niños, que cada vez más recurren a los aparatos electrónicos para entretenerse, y que, además, suelen temer a la oscuridad. ¿Qué hacer? Con un poco de ingenio este percance puede convertirse en una experiencia inolvidable.
1.Historias alrededor de la lámpara de emergencia: Imitando a las familias de antaño, pueden reunirse alrededor de las velas o de las lámparas que utilicen y recordar buenos momentos juntos o narrar anécdotas familiares. A los niños les encantará saber cómo es que sus padres jugaban al irse la luz cuando eran ellos los más pequeños.
2. Teatro de sombras: Con un pequeño lienzo y la luz de una lámpara puede improvisarse un teatro chino. Basta usar las manos para intentar dar forma a un ave, un conejo, un perro… no importa que las figuras sean perfectas, sino que la imaginación sea grande.
3. Afecto y tranquilidad: Lo ideal es mantenerse todos juntos en un ambiente relajado y afectuoso, evitando actividades que puedan generar angustia, como jugar a las escondidillas o a tratar de pegarse un susto los unos a los otros.