La limpieza en el hogar, sobre todo ahora que está acabando el año, como una forma de eliminar todo lo malo y sucio de la casa para dar la bienvenida al nuevo año y a todo lo bueno que ha de entrar por la casa, se suele hacer estos días limpiando todo tipo de objetos, colocando objetos, recolocando otros, etc.
Sin embargo, hay ocasiones en las que, ciertos objetos, no se pueden limpiar de una forma o de otra sino que necesitamos poder limpiarlos de una forma especial para obtener el mejor resultado.
Eso es lo que nos ocurre con la hojalata, un material nada fácil de limpiar pues, si le pasas un paño con producto, éste puede dejarle manchas o hacerle perder su brillo.
Para evitar esto el paño puedes mezclarlo con pasta de ceniza y agua. Eso hará que conserve su brillo además de quitarle el polvo pero ahí no queda la cosa porque después tendrás que darle con un paño de lana para secarlo, una forma de abrillantarlo, por así decirlo.
Este método de limpieza puedes usarlo una vez cada quince días. No es que tengas que limpiar la hojalata todos los días y de paso tampoco te pasas echándole mucho producto pues no es bueno.
Intenta evitar mojarlo en exceso, solo lo necesario para sacarle brillo y poco más porque cuanto más se moje más difícil será para ti secarlo después y que no queden manchas en él. No dejes secar al aire mucho tiempo el objeto porque eso le hará aparecer manchas casi de inmediato. Tiene que ser aplicada la mezcla y, después, con el paño de lana secado.