Seguramente pensarás que esto es una tontería porque cualquiera sabe reducir el tamaño de una imagen pero estás equivocado; no todos saben hacerlo y quizás es lo más básico que puedes encontrarte pero estoy segura que muchos lo agradecerán.
Reducir de tamaño una imagen no es más que, si tienes una foto que normalmente salen a 1000 o 2000 píxeles, puedas ponerle un tamaño más acorde para web, como por ejemplo 500 píxeles, o algo más grande para trabajar con ella poniendo una calidad media con el fin de que el archivo no pese tanto.
Para reducir el tamaño lo primero será abrir el GIMP (he elegido este programa porque es gratuito y uno de los que más se está usando aparte del photoshop). En él, en la parte de arriba tienes el menú Imagen y, si lo pulsas, se despliegan muchas órdenes. Si ya tienes la imagen abierta toca el turno de pulsar «Escalar la imagen».
Aquí te aparecerá una nueva pantalla donde te da el tamaño de la imagen actual y te permite cambiar tanto el ancho como el alto de la imagen. Lo bueno es que puedes cambiarlo junto o por separado, es decir, si lo que quieres es cambiar todo el tamaño de la foto, solo has de cambiar uno de los recuadros, bien el ancho o el largo, al tamaño deseado y automáticamente cambiará el otro parámetro.
Sin embargo, si lo que quieres es cambiar el ancho o el largo dejando el mismo tamaño en el otro, tendrás que deseleccionar antes la pestaña que viene con una cadena al lado. Al darle el eslabón se suelta y ahí podrás cambiar a tu gusto el tamaño.
Una vez hecho le damos a aceptar y guardar y tendrás lista la imagen al tamaño que quieras.