Si eres de esas muchas personas en todo el mundo que pasan varias horas en la cama antes de poder dormirse, te aconsejamos algunos sencillos trucos que no sólo te harán pegar los ojos, sino que como consecuencia de ello cambiarán tu calidad de vida.
Lo primero que podemos aconsejarte, en este sentido, es que intentes que tu habitación sea lo más parecido a una tumba. Con ello queremos decir que tiene que ser fresca, lo más oscura posible, y también claro, tranquila. De hecho, ya con una mínima luz artificial se ha comprobado que se nos generan muchos inconvenientes a la hora de alcanzar el sueño.
De igual forma, y exceptuando los fines de semana, cuando todos nosotros solemos tener horarios distintos, tenemos que considerar que hay ciertos horarios para dormir durante la semana. De este modo, el cerebro termina acostumbrándose a esos horarios, y el cuerpo mismo te pide que te acuestes y descanses.
Si eres de esas personas que aman hacer deporte, la idea es que lo hagas temprano en la mañana, y no cerca de la noche. Por eso te recomendamos que si te duermes a las 12 de la noche, por dar un ejemplo, termines como máximo tu entrenamiento a las 8, de forma que el cuerpo tenga unas cuatro horas de descanso antes de llegar a la cama.
Además, hay muchas personas que tienen la tendencia de dormir siesta durante el día, y si no las controlas, terminarás perjudicándote a la hora de dormir a la noche. La siesta tiene que ser entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde, y no durar más de una hora para que realmente sea efectiva.
Finalmente, la cafeína tiene que ser el último de los alimentos que pensamos en consumir antes de irnos a la cama. El problema es que ella contiene el psicoactivo alcaloide trabajando en el organismo durante cerca de cinco horas luego, así que intenta sólo tomar café o gaseosas entre la mañana y el mediodía.