Todos sabemos que por más indicaciones que nos den los distintos organismos de seguridad vial, aunque nos repitan una y otra vez que no debemos tomar alcohol previamente a conducir, tomamos el auto vamos hacia casa, más que nada porque es mucho más cómodo. Ahora bien, el problema comienza cuando la policía nos detiene para hacernos una prueba, y según los “entendidos” existen varios trucos al respecto, aunque nosotros vamos a desmitificarlos.
Por ejemplo, hay quien dice que la solución en estas situaciones consiste en beber o chupar granos de café. Se trata de una solución falsa, más que nada porque si bien el café es un método para quitarnos el sueño de forma parcial, no funciona para reducir los niveles de alcohol en sangre. En los bares, además, se sirve café porque cambia el olor de la boca, no porque funcione de otro modo.
Otras personas indican que lo mejor que se puede hacer para evitar ser encontrado en una situación de éstas, tiene que ver directamente con hacer tiempo. Y sí, eso evidentemente funciona, pero el problema es la cantidad de tiempo necesario, entre seis y nueve horas, suficiente para que durmamos en el auto y salgamos a casa la mañana siguiente.
Existen otros dos trucos simples que normalmente son muy difundidos en estos casos, y que tienen que ver por ejemplo con masticar chicles, y en segunda instancia, con tomar una gran cantidad de agua. En el primero de los casos es más o menos lo mismo que el café, ya que cambia el aliento pero nada más. El tomar agua sí funciona, pero si quieres evitar que te encuentres con más alcohol del debido, necesitarás unos diez litros, y morirías en el intento.
Finalmente, algunas otras personas consideran que hacer ejercicio antes del control es “LA” solución, pero tampoco. Si bien la sudoración es un método eficaz para eliminar toxinas de nuestro organismo, no podemos llegar nunca a reducir los niveles al punto de que los agentes no nos detengan.